El golpe de calor es una seria amenaza para la salud de los animales de compañía.
Si bien los meses de verano permiten organizar distintas actividades recreativas y vacacionales en las que se puede incluir a las mascotas, hay que tener en cuenta una serie de aspectos para que el animal pueda disfrutar al máximo, sintiéndose cuidado, protegido y saludable, dice La Vanguardia. Uno de los aspectos más importantes a considerar es el calor.
Por su sistema de regulación de temperatura corporal, las mascotas lidian peor con el calor, lo cual tiene una explicación biológica. Los mamíferos sudan para regularse, pero aunque la mayoría de ellos tiene un número variable de glándulas sudoríparas, estas pueden ser muy escasas o incluso no llegar a ser funcionales. “Los perros apenas producen sudor, y emplean el jadeo como mecanismo de regulación de la temperatura”, explica en SINC Fernando Esperón, profesor del Grado en Veterinaria de la Universidad Europea.
Además de la sudoración, lo que nos diferencia de las mascotas es el pelaje. “Las altas temperaturas les pueden afectar incluso más que a los humanos”, recalca el veterinario.
La organización veterinaria The Humane Society of the United States ofrece recomendaciones a los dueños para tener a sus mascotas seguras durante el verano:
1. Reconocer los signos de insolación
Algunas señales son el jadeo intenso, los ojos vidriosos, la aceleración de los latidos del corazón, dificultad para respirar, sed excesiva, letargo, fiebre, mareo, falta de coordinación, salivación profusa, vómitos, lengua de color rojo intenso o morado, convulsiones y pérdida de conocimiento.
Los perros también pueden sufrir insolaciones y sus mucosas se pueden volver azuladas (cianosis). “En casos más graves podemos encontrar signos digestivos, como vómitos y diarrea o incluso pueden entrar en shock”, señala Esperón. Una insolación muy fuerte puede llegar a coagular parcialmente las proteínas de la sangre, causando problemas de coagulación y trombos.
2. Cuidado con las razas de hocico chato
A esto se añaden factores como la raza (sobre todo los bóxers, los carlinos, los shih tzus y otros perros y gatos de hocico corto), la edad o la presencia de enfermedades crónicas, como problemas cardíacos o respiratorios, que pueden volverles más susceptibles al calor, en el caso de los canes.
“También es muy importante saber que no todos los perros tienen la misma resistencia al calor. Por ejemplo, los perros de razas braquicéfalas (aquellos denominados “chatos”, como los Bulldog, por ejemplo) son muy susceptibles a los golpes de calor. Los cachorros y los animales geriátricos también son altamente susceptibles”, agrega el veterinario.
Entre las mascotas, los conejos son los animales que soportan peor los cambios bruscos de temperatura.
3. Evitar paseos en horas más calurosas
La principal recomendación es evitar pasearlos a las horas de mayor temperatura, y el mayor riesgo en estos meses es la deshidratación. “En este período, las necesidades de hidratación son muy superiores”, recalca Esperón. Siempre que se pueda se debe llevar consigo agua para evitar que el perro se deshidrate.
También hay que mirar con atención el ejercicio de la mascota. “Ajuste la intensidad y la duración del ejercicio en función de la temperatura”, aconsejan desde The Humane Society of the United States. En días muy calurosos, hay que limitar el ejercicio a las primeras horas de la mañana o de la noche, y tener especial cuidado con las mascotas de orejas blancas, más susceptibles de padecer cáncer de piel, y con las de nariz corta, que suelen tener dificultades para respirar.
4. Siempre sombra y agua fresca
En verano los perros y animales deben tener acceso permanente a sombras y a agua fresca. “Los bebederos siempre deben de tener agua fresca y limpia, pero es muy probable que estos se vacíen más rápido”, subraya el experto español. El agua tiene que estar disponible tanto fuera como dentro.
Un buen manguerazo durante las horas punta de calor puede ayudar pero no hay que abusar porque en exceso podría causar hongos, en especial a las razas con pliegos como por ejemplo los Shar pei.
Nadar en el mar también puede ser adecuado, siempre que se saque la sal del animal con agua dulce. La sal puede generar una dermatitis en la piel del perro.
También es importante que la mascota lleve dentro o fuera de casa una envoltura corporal, un chaleco o una esterilla refrescantes.
La sombra de los árboles y las lonas son ideales porque no obstruyen el flujo de aire. “Una caseta para perros no alivia el calor; de hecho, lo empeora”, dicen desde la organización estadounidense.
5. No dejarlo nunca en el coche
Otro aspecto que preocupa a los veterinarios es el momento del transporte, sobre todo en auto. Deben hacerlo en la parte trasera del maletero, en trasportín o separados mediante una red del resto de pasajeros. “En condiciones normales, con aire acondicionado o las ventanas abiertas no debería de haber problemas, salvo en las paradas para descanso. Lo ideal es que la mascota también salga con los propietarios del vehículo”, explica Esperón. En el caso de tener que dejar la mascota en el coche, los descansos deberían hacerse en horas de menos calor y minimizar el tiempo, así como estacionar en sombra y dejar las ventanas abiertas.
Desde las organizaciones no recomiendan dejar al animal en el auto: “Ni siquiera con el coche en marcha y el aire acondicionado encendido”, advierten desde The Humane Society. En un día caluroso, la temperatura en el interior de un vehículo puede aumentar en 10 minutos de 29 ºC a 39 ºC, incluso con las ventanas abiertas. Al cabo de 30 minutos, la temperatura podría alcanzar los 49 ºC.
Los expertos señalan que en el caso de no poder desplazarse con el animal, se deje en residencias de animales o casas de amigos o familiares.
Para descargar la infografía “El verano y tu perro” que hizo Fundación Affinity, pincha aquí.